Metodología

Una metodología capaz de sostener el encuentro entre mundos. Una gran inmersión entre diferentes. Diferentes trayectorias de lucha y de vida, visibles y no visibles, que producen territorios de cuidado. 

¿Cómo garantizar que la diversidad e incluso las intersecciones que nos hacen desiguales se crucen, dando lugar a la cooperación, al desplazamiento de privilegios y a la corresponsabilidad?  

Con un marco tecnopolítico que permita establecer vínculos entre distintas cosmovisiones y regionalidades, a partir de la escucha profunda. Se teje el delicado bordado de quienes están dispuestos a colaborar, partiendo del reconocimiento de quiénes somos, para converger.

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Trabajo colectivo

En los grupos de trabajo de cada prototipo, colaboradores y proponentes se dedicaron a elaborar la propuesta. Estos grupos se reunieron todos los días a lo largo de la inmersión. Estos momentos son autoorganizados y tienen como objetivo desarrollar la propia propuesta.

Tutoría

Referencia tecno/política necesaria para la realización de cada una de las propuestas, prototipos y el propio laboratorio. Ejercicio de escucha y referencia para ampliar repertorios y apuntar horizontes. Perfil necesario que pueda experimentar La.Cuida en su totalidad, ofreciendo escucha permanente, apoyo matricial al marco general del Laboratorio, y por tanto experiencia en el apoyo a la colaboración, así como manejo de las prácticas y debates de innovación política y ciudadana, y conocimiento de la metodología de los laboratorios y de La.Cuida en sí. Contribuye al anclaje práctico y político de la Economía de los Cuidados, sus protagonistas reales, su papel en el mantenimiento de la vida, su exigencia de reciprocidad y visibilidad, sus desigualdades en relación al uso del tiempo, la apropiación del trabajo no remunerado, así como la relación con la división sexual, racial e internacional del trabajo.

Cuidadores

A partir de las necesidades que presenta cada iniciativa, el equipo de Cuidadoria reúne a personas con los perfiles necesarios para hacer realidad los prototipos, con una exigencia de permanencia a tiempo completo, trabajo matricial entre los proyectos y anclaje de conocimientos especializados, específicos y carentes al conjunto del Laboratorio.

Consultoría (Borbullas)

La Cuida reúne a una red de socios que forman un abanico muy diverso de competencias. Las asesorías son contribuciones específicas, en diálogo con las necesidades muy concretas de cada prototipo, destinadas a tender puentes o a desatascar caminos. Las asesorías también prevén contribuciones capaces de mover las redes y las posibilidades de futuro de cada iniciativa, participando en las articulaciones políticas implicadas en la iniciativa en la que participa.

Recorridos territoriales

Los recorridos territoriales son visitas para conocer experiencias relevantes de redes de cuidado con prácticas de economía del cuidado que articulan las ciudades sede de LaCuida.  El objetivo es promover la articulación y el intercambio entre las personas, así como reconocer experiencias de impacto territorial y sus prácticas potentes. Los eventos también desencadenan el ejercicio de construcción colectiva sobre la economía del cuidado en América Latina. Tras el evento, se abre un espacio de socialización de las experiencias de cuidado y de diálogo sobre la economía del cuidado desde las prácticas territoriales en América Latina.  

*los recorridos se desarrollan simultáneamente en tres territorios diferentes. Los participantes se dividen aleatoriamente para la experiencia y se reúnen después de la visita para intercambiar prácticas.

Socialización de cuidados de ninãs y niños

Para que las madres, los disidentes y otras personas con hijos puedan estar en La Cuida, todos los días hay actividades para los niños. Es un espacio seguro, con actividades culturales y juegos que garantizan el bienestar de los niños y la seguridad de las madres, y pone en práctica la socialización del trabajo de cuidado.

Seminario de Articulación Política

Sabemos que los territorios en su vida cotidiana producen tecnologías para la vida para (re)existir y/o hacer la vida vivible. Cada día reinventan estrategias para superar la ausencia/omisión del estado y de las políticas públicas para garantizar los derechos básicos. 

Producen más allá del estado de forma autogestionada y en red para garantizar lo común, defendiendo la vida de su comunidad. Como parte de La Cuida, hemos desarrollado un espacio metodológico capaz de permitir a los protagonistas reales de estos procesos tender puentes de diálogo y colaboración con organizaciones de la sociedad civil y gobiernos, configurando su trabajo como tecnologías, posibilitando la réplica y la incidencia en un entorno fértil para la co-creación de políticas públicas. Una espiral pedagógica transversal a La Cuida, que se hace palpable durante el coqueteo, implica el debate colectivo en pequeños grupos para que surjan temas que generen grandes debates entre todos y también con referentes de la economía del cuidado en nuestro continente, produciendo no sólo síntesis necesarias, sino también incidencia directa en la agenda de la Economía del Cuidado. El telón de fondo de este proceso es lo que llamamos “subir y bajar derechos”.

Flertaço

¿Cómo acercar a las personas, los sueños, las ideas, los prototipos, los cuerpos en toda su diversidad, pero también a los poderes públicos, los gobiernos, las instituciones y el tercer sector? ¿Mundos cercanos, codependientes y, sin embargo, a menudo tan alejados? 

El método que aquí se propone es el de enredar, eliminar abismos, crear vínculos de articulación política. La mayoría de los perfiles que participan en este laboratorio han tenido pocas oportunidades de hacerlo, y al mismo tiempo las propias instituciones han tenido pocas oportunidades de tener un espacio común de escucha y de vínculo, aunque sea breve, donde el encuentro pueda transformar perspectivas y permitir futuras articulaciones. Un flirteo, una coquetería. El flirteo es como un juego en el que el nivel de interacción entre los protagonistas definirá la evolución del flirteo. Aquí mostramos nuestro interés, compartimos nuestros sueños y visiones, escuchamos a diferentes personas. La articulación política comienza en el campo común. 

Los territorios en su vida cotidiana producen tecnologías para la vida para (re)existir y/o hacer la vida vivible. Cada día reinventan estrategias para superar la ausencia/omisión del Estado y de las políticas públicas para garantizar los derechos básicos. Abren calles, crean sistemas de distribución de agua, electricidad, alcantarillado… Mapean problemas territoriales, gestionan redes de transporte, garantizan la escolarización de los niños, construyen sus propias escuelas, distribuyen alimentos, montan economías, intercambios, ferias… Producen más allá del Estado de forma autogestionada y en red para garantizar lo común, defendiendo la vida de su comunidad y de sus territorios. Garantizar que lo que se produce en este contexto es político y que sus tecnologías pueden replicarse, reconociendo a sus verdaderos protagonistas y tendiendo puentes de diálogo y colaboración entre gobiernos es lo que propone aquí el método.

Sendero de Cuidado

El sendero es la pieza central de la metodología de reciprocidad. Es un dispositivo de escucha, de activación de las prácticas populares de cuidado, de reverberación de los saberes ancestrales y de recuperación de la memoria de las verdaderas protagonistas, las mujeres plurales que ofrecieron su tiempo, su energía y sus conocimientos para el cuidado. Algunos de los pilares del camino son:

  • horizontalidad de saberes y prácticas – formado por personas que sostienen diferentes cosmovisiones, diferentes prácticas de cuidado y salud, rompe con la idea de jerarquización y especialidades en salud – equipo multidisciplinar (maestras + profesionales de prácticas integrativas + profesionales de la salud).
  •  Honraría a quienes sostienen el cuidado -maestros y maestras de las culturas del cuidado- que tienen como referencia y regencia los saberes y sabidurías tradicionales. Para ello se bautizan y nombran los senderos, anclando la memoria de las mestras y centrados en el protagonismo de las mestras.
  •  comprensión de La Cuida como territorio del cuidado – el sendero no se limita a ningún espacio demarcado, aunque ofrece un espacio con contorno para acoger a las personas de forma cualificada, consideramos que está en todas partes y puede tener lugar por cualquier persona en cualquier lugar de forma auto-organizada.
  • Defender el cuidado como promotor del buen vivir – promoviendo un debate que matiza e invierte la lógica del cuidado frente a la salud, del buen vivir frente a las prácticas elitistas del bienestar, y posicionando el cuidado como algo político y colectivo. Pretende ser un espacio fundamentalmente de acogida, escucha, experimentación y oferta de saberes y cuidados diferentes, basados en la activación de nuestra inteligencia colectiva, produciendo juntos sobre el cuidado y la economía del cuidado desde nuestras prácticas territoriales. Se diferencia cualitativamente de la atención en los centros de salud, especialmente cuando se trata de comunidades afrodescendientes, indígenas y periféricas.
  • Autonomía en el cuidado – busca establecer una postura activa frente a la postura pasiva de quien recibe el cuidado, en relación a su propio cuidado y comprensión de sí mismo y de su propio cuerpo, con autonomía.
  • Fortalecimiento y trabajo en red con los dispositivos locales de salud y cuidados – se trata de construir diálogos y buscar vínculos previos con los equipos locales de salud y cuidados y sus dispositivos, como ambulancias disponibles, policlínicos, medicamentos, exámenes, a veces vacunas…) – o el acceso a los equipos de las residencias profesionales de salud, cuidados universitarios, terreiros y otras formas de cuidados culturalmente establecidas. También prever posibles acompañantes en caso de traslado y emergencias sanitarias.
  • Transversal y autogestionado – un espacio para debates, encuentros e intercambios de experiencias entre profesores, autoformación y enseñanza. Un espacio embrionario de actividades de cuidados autogestionados que repercute en el resto del laboratorio.

 

La comprensión de los pueblos indígenas eleva el aquilombamento y los afectos como herramientas de resistencia y de promoción del cuidado e incluso de la salud. De este modo, el cuidado es terreno fértil cuando se cultiva colectivamente. Ya sea garantizando un espacio para cuidar a los que cuidan o construyendo actividades autogestionadas, la autogestión es el poder y la fluidez para sembrar en solidaridad. 

Cada participante dispuesto a compartir sus cuidados en la vida cotidiana y en los territorios encuentra acogida y marca la agenda del programa compartiendo sus experiencias, producciones, prácticas y debates. Se organizaron círculos de conversación, consultas y talleres para estimular la reflexión, el intercambio y el aprendizaje. Algunos ejemplos fueron: un taller sobre la cultura funk en las periferias brasileñas, un debate sobre la lucha por los derechos de las personas trans, estrategias de negociación feminista, planificación de proyectos, debates sobre feminismo, sexualidad, género y raza, trenzas afro, parterias con maestros indígenas tradicionales, ritualización de la cultura viche, un taller de candombe uruguayo y una mirada integral a la salud a través de las prácticas de diferentes cosmovisiones.

Las encrucijadas del camino han potencializado el cuidado de cientos de refugios:

  • demandas físicas (52,5%)
  • demandas emocionales (29,7%)
  • demandas sociopolíticas (13,6%)
  • demandas espirituales (2,5%);
  • urgencias y derivaciones a servicios sanitarios (1,7%).

 

Las principales terapias utilizadas fueron la masoterapia, la acupuntura, la aromaterapia, la escucha, el uso de hierbas, el tabaquismo, la maceración y los tés, el reike, la reflexología, la visualización y la respiración terapéuticas, los cuidados oraculares, el yoga, las danzas en círculo, la auriculoterapia, la curación y los cuidados con conocimientos ancestrales naturales.

Los cuidados permiten transformar los significados de cada espacio, pueden implicar la acogida de personas, la creación de vínculos, la articulación política, el fortalecimiento de experiencias, y también pueden permear el arraigo de significados y existencias.

Dirigido a todas las personas que estarán en el Laboratorio, el Formulario de Atención recoge información importante sobre la salud y las necesidades especiales de cada persona de forma individual. Sirven para reflexionar sobre la especificidad de los cuidados y también para elaborar de antemano posibles derivaciones de urgencia.