LA Cuida es un proyecto que se está desarrollando en América Latina, uno de cuyos objetivos es entender qué se entiende por cuidado en esta zona y desarrollar iniciativas centradas en esta cuestión. El proyecto ya se ha desarrollado en Cali, Colombia, y ahora se traslada a Uruguay, un país que ha sido pionero en una serie de políticas sociales innovadoras y, en este sentido, fue el primero en desarrollar una oficina gubernamental de cuidados.
Para entender y llegar estratégicamente a los distintos territorios a los que se dirige, LA Cuida recurre a movilizadores locales. La edición uruguaya cuenta con Noelia Maciel, entre otros, y esta semana hablamos con ella para saber más sobre su trabajo.
Noelia es miembro de la Coordinadora Nacional Afrouruguaya, feminista antirracista y forma parte del movimiento negro desde hace más de 20 años. Actualmente trabaja con asociaciones comunitarias para promover la ciudadanía afrouruguaya en dos municipios de Montevideo. Según el último censo, Uruguay tiene un 8% de población afrodescendiente, pero Noelia afirma que la concentración de negros en los municipios donde trabaja llega al 20%. Se trata de zonas más pobres y con menor índice de desarrollo humano. Noelia trabaja con personas que viven en condiciones precarias de vivienda, mujeres que sufren violencia y promoción comunitaria.
Para Noelia, la economía del cuidado es una organización social. Uruguay ha sido pionero en establecer el cuidado como un derecho y logró grandes avances durante el gobierno anterior, estableciendo un sistema nacional de cuidados orientado a proteger y corresponsabilizar al Estado en la protección de las personas discapacitadas y dependientes.
“Sabemos que el cuidado, sobre todo, lo realizan las mujeres y por eso es tan importante la apuesta del Estado por conciliar el trabajo remunerado y no remunerado y entender que el cuidado es un bien social insustituible que hace posible la vida. En este sentido, es importante garantizarlo a través de políticas públicas organizadas en todas las comunidades.”
La movilizadora añade que concienciar a la gente de que algunas de sus prácticas cotidianas forman parte de la economía de los cuidados es un reto muy importante que forma parte de un cambio cultural. El gobierno anterior empezó a prepararse para ello, pero el cambio de gobierno supuso un cierto retroceso, por lo que el país se encuentra ahora en un momento de volver a poner el tema en la agenda. Este es uno de los procesos más importantes de la agenda feminista.
“Los cuidados son uno de los trabajos que no están reconocidos, es parte del proceso de evolución de la economía de los cuidados dar el debido valor a las prácticas de estas mujeres y convertirlo en parte de la vida”.
Para nosotros en el Instituto Procomum y, en consecuencia, para LA Cuida, las soluciones surgen de quienes viven los problemas, pero hay otro factor que pesa en nuestra decisión de mirar lo que ya está haciendo la comunidad en lugar de establecer una agenda filantrópica para los territorios: Independientemente del gobierno de turno, las iniciativas comunitarias son las que permanecen. En Uruguay siempre ha habido una fuerte presencia institucional que es fundamental para el fortalecimiento comunitario, pero Noelia cuenta que con el cambio de gobierno hubo un recorte de fondos para las iniciativas de base que ya habían quedado vulnerables por la crisis pandémica que llevó a muchas personas a la inseguridad alimentaria. De forma espontánea, las organizaciones sociales se unieron para proporcionar alimentos a los necesitados. Al principio, hubo colaboración gubernamental, pero con el paso del tiempo, estas organizaciones empezaron a ser vistas como amenazas y se vieron penalizadas por el recorte de recursos que iban a parar a sectores privados. Las empresas beneficiadas suministraban alimentos, pero de menor calidad y sin atender las demandas específicas de la gente. Sin embargo, a pesar de las dificultades, las iniciativas comunitarias siguen adelante.
“El proyecto LA Cuida me fascinó desde la primera vez que oí hablar de él, principalmente porque pone en valor el conocimiento de la comunidad que a menudo se olvida. Creo que el poder de la comunidad proporciona las respuestas a los mayores retos a los que se enfrenta y creo que LA Cuida envía este mensaje.”
Otro punto de atención para Noelia, como movilizadora de LA Cuida, es que Uruguay es visto como un país con población blanca, pero existe una disparidad social en relación a la población negra que, por procesos históricos, está invisibilizada. Estas cuestiones generales y problemáticas están relacionadas con el bienestar. La población negra se ha organizado para combatir esta realidad. Como movilizadora de LA Cuida, Noelia mapea estas prácticas que actúan como sustituto de la ausencia de políticas públicas. En un segundo paso, promueve la participación de estas iniciativas para que lleguen a LA Cuida. Noelia habla directamente con estas personas para que entiendan en qué consiste la iniciativa. La movilizadora afirma que cuando la gente entiende lo que es LA Cuida, quiere formar parte de ella. LA Cuida es una oportunidad para vivir esta experiencia y mejorar las iniciativas que ya están en marcha.
Noelia estuvo en Cali como colaboradora y allí participó en tres proyectos: Aflora, Encontros Vicheros y Salud Mental.
“Ser colaborador es poder escuchar cómo es el contexto en el que vive la gente, cómo las personas definen estrategias para resolver el problema que están viviendo. Otra ventaja de ser colaborador es estar en contacto con otros tipos de conocimiento, lo cual es muy enriquecedor. En LA Cuida podemos experimentar el mundo que queremos construir, poniendo el cuidado en el centro con la posibilidad del diálogo colectivo para que todos se fortalezcan y puedan presentar y trabajar sus ideas con una visión colectiva. El mayor obstáculo al que nos hemos enfrentado es el tiempo, ya que LA Cuida requiere diez días de participación, pero creo que es el tiempo necesario para entrar de una manera y salir de otra. Es un tiempo dedicado a cuidar nuestros sueños. Pasar por estas experiencias es la oportunidad de formar parte de una red que quiere abrirnos las puertas al futuro que queremos construir.”